La (In) Seguridad alimentaria y nutricional y sus asociaciones con las condiciones sociodemográficas en la zona residencial de Gilson Coelho en Bom Jesus-PI durante la pandemia de Covid-19

Resumen

El aislamiento social fue la principal recomendación de la ONU para prevenir la infección respiratoria COVID-19, causando graves impactos en la región Nordeste de Brasil, como el cierre de negocios, aumento del desempleo y caída de los ingresos familiares. Para minimizar los efectos económicos, el gobierno federal implementó ayudas de emergencia, pero estas no fueron suficientes para combatir la pobreza y las desigualdades durante la pandemia. El estudio realizado en el Residencial Gilson Coelho, en Bom Jesus-PI, durante la pandemia, analizó la inseguridad alimentaria y su relación con las características sociodemográficas y la participación en programas gubernamentales de transferencia de ingresos. Los resultados arrojaron que el 88,7% de los jefes de familia eran mujeres, el 82,9% eran negros o mestizos y el 44,9% tenía bajos niveles de educación. Además, el 27% tiene un ingreso familiar inferior a R$ 550. Aun así, el 85% de la población vive con algún nivel de inseguridad alimentaria, y el 17,2% de los hogares enfrenta inseguridad alimentaria grave. La pandemia puso de relieve la necesidad de políticas públicas eficaces y ágiles para afrontar la enfermedad, especialmente en los grupos vulnerables. La reducción de la pobreza debe abordarse de manera multidimensional y con medidas adaptadas a la realidad de cada público.